Un diamante cultivado en laboratorio es un diamante genuino creado en un entorno de laboratorio controlado. Utilizando la tecnología de punta como la deposición de vapor químico (CVD) o la alta temperatura de alta presión (HPHT), los científicos replican el proceso natural de crecimiento de diamantes para producir piedras que son visualmente idénticas a los diamantes minados por la tierra. Estas gemas comparten las mismas propiedades químicas y físicas que sus contrapartes naturales y pueden ser certificadas por prestigiosas instituciones como el Instituto Gemológico de América (GIA) y el Instituto Internacional de Gemología (IGI)